Un ataque de fuerza bruta es un método de ensayo y error utilizado por los hackers para acceder a una cuenta, sistema o recurso. Consiste en comprobar sistemáticamente todas las claves o contraseñas posibles hasta encontrar la correcta. En el peor de los casos, esto implicaría recorrer todo el espacio de búsqueda.
Los ataques de fuerza bruta son sencillos y fiables, pero también consumen mucho tiempo. El tiempo necesario para descifrar una contraseña mediante un ataque de fuerza bruta puede oscilar entre unos minutos y muchos años, dependiendo de la longitud y complejidad de la contraseña y de la potencia de cálculo de la máquina del atacante.
Comprender los ataques de fuerza bruta
Los ataques de fuerza bruta se cuentan entre las formas más sencillas de ciberataque, pero también pueden ser de las más eficaces. Se basan en el hecho de que muchos usuarios eligen contraseñas débiles y en que muchos sistemas no aplican medidas de seguridad sólidas contra este tipo de ataques.
Los ataques de fuerza bruta no son sofisticados; no explotan ninguna vulnerabilidad del sistema atacado. En su lugar, se basan en la potencia de cálculo de la máquina del atacante para probar todas las combinaciones posibles de caracteres hasta encontrar la contraseña correcta.
Tipos de ataques de fuerza bruta
Existen varios tipos de ataques de fuerza bruta, cada uno con sus propias características y métodos. Los tipos más comunes son los ataques de fuerza bruta simples, los ataques de diccionario y los ataques híbridos.
Los ataques de fuerza bruta simples consisten en probar todas las combinaciones posibles de caracteres. Los ataques de diccionario, por el contrario, utilizan una lista de contraseñas o frases comunes, lo que puede reducir significativamente el tiempo necesario para encontrar la contraseña correcta. Los ataques híbridos combinan estos dos métodos, utilizando primero un ataque de diccionario y recurriendo después a un ataque de fuerza bruta simple si falla el ataque de diccionario.
Cómo funcionan los ataques de fuerza bruta
Los ataques de fuerza bruta empiezan probando con la contraseña más sencilla posible, como un solo carácter. Si fallan, prueban con la siguiente contraseña más sencilla, y así sucesivamente, hasta que encuentran la contraseña correcta o agotan todas las contraseñas posibles.
El tiempo necesario para descifrar una contraseña mediante un ataque de fuerza bruta depende de la longitud y complejidad de la contraseña y de la potencia de cálculo de la máquina del atacante. Por ejemplo, un PIN de cuatro dígitos puede descifrarse en menos de un segundo en un ordenador moderno, mientras que una contraseña compleja de 12 caracteres podría tardar siglos en descifrarse utilizando la misma máquina.
Prevención de ataques de fuerza bruta
Existen varias estrategias para evitar los ataques de fuerza bruta. La estrategia más eficaz es utilizar contraseñas fuertes y complejas que sean difíciles de adivinar. Esto incluye utilizar una mezcla de letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales, y evitar palabras y frases comunes.
Otra estrategia eficaz es aplicar bloqueos de cuenta o retrasos tras un cierto número de intentos fallidos de inicio de sesión. Esto puede ralentizar un ataque de fuerza bruta y hacerlo menos factible. Sin embargo, esta estrategia debe aplicarse con cuidado para evitar denegar el servicio a usuarios legítimos.
Utilización de CAPTCHA
CAPTCHA es un método común utilizado para prevenir ataques automatizados de fuerza bruta. CAPTCHA son las siglas de Completely Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart. Es un tipo de prueba desafío-respuesta utilizada en informática para determinar si el usuario es humano o no.
Al presentar una prueba fácil de superar para un ser humano, pero difícil para un ordenador, CAPTCHA puede evitar eficazmente los ataques automatizados de fuerza bruta. Sin embargo, CAPTCHA puede resultar molesto para los usuarios y no es infalible. Los atacantes sofisticados pueden utilizar algoritmos de aprendizaje automático para eludir las pruebas CAPTCHA.
Autenticación de dos factores
La autenticación de dos factores (2FA) es otro método eficaz para evitar los ataques de fuerza bruta. La 2FA requiere que los usuarios proporcionen dos tipos diferentes de identificación al iniciar sesión, como una contraseña y un código de un solo uso enviado a su teléfono. Esto hace mucho más difícil que un atacante acceda a la cuenta, aunque conozca la contraseña.
Sin embargo, 2FA no es infalible. Si un atacante puede interceptar el segundo factor, por ejemplo engañando al usuario para que revele el código de un solo uso, aún puede obtener acceso a la cuenta. Por lo tanto, es importante educar a los usuarios sobre los riesgos del phishing y otros ataques social engineering.
Impacto de los ataques de fuerza bruta
Los ataques de fuerza bruta pueden tener graves consecuencias. Si un atacante consigue acceder a una cuenta, puede robar información confidencial, cometer fraude o causar otros daños. Incluso si el ataque no tiene éxito, puede provocar un denial of service al saturar el sistema con intentos de inicio de sesión.
Además, la amenaza de ataques de fuerza bruta puede obligar a las organizaciones a aplicar medidas de seguridad que pueden resultar incómodas para los usuarios, como pruebas CAPTCHA o bloqueos de cuentas. Esto puede dar lugar a una experiencia de usuario negativa y alejar potencialmente a los clientes.
Casos prácticos de ataques de fuerza bruta
Ha habido muchos casos sonados de ataques de fuerza bruta. Por ejemplo, en 2012, LinkedIn sufrió una brecha en la que se robaron 6,5 millones de contraseñas de usuarios. Los atacantes utilizaron un sencillo ataque de fuerza bruta para descifrar las contraseñas, que estaban almacenadas como hashes SHA-1 sin cifrar.
En otro caso, en 2014, un grupo ruso llamado CyberVor utilizó un ataque de fuerza bruta para robar más de 1.200 millones de nombres de usuario y contraseñas de varios sitios web. El grupo utilizó un botnet de más de 420.000 ordenadores infectados para llevar a cabo el ataque.
El futuro de los ataques de fuerza bruta
A medida que aumente la potencia de cálculo, los ataques de fuerza bruta serán más factibles. Sin embargo, los avances en las medidas de seguridad, como el uso de algoritmos de cifrado más potentes y métodos de autenticación más robustos, también dificultarán el éxito de los atacantes.
Además, a medida que aumente el número de dispositivos conectados a Internet, también aumentarán los objetivos potenciales de los ataques de fuerza bruta. Esto incluye no solo ordenadores y smartphones, sino también dispositivos domésticos inteligentes, sistemas de control industrial e incluso vehículos.
Conclusión
Los ataques de fuerza bruta son una forma sencilla pero eficaz de ciberataque. Pueden prevenirse utilizando contraseñas fuertes y complejas, implementando bloqueos o retrasos de cuentas, utilizando pruebas CAPTCHA y empleando la autenticación de dos factores. Sin embargo, a medida que aumente la potencia de cálculo y se conecten más dispositivos a Internet, la amenaza de los ataques de fuerza bruta seguirá creciendo.
Por lo tanto, es importante que los particulares y las organizaciones se tomen en serio la amenaza de los ataques de fuerza bruta y apliquen medidas de seguridad sólidas para protegerse contra ellos. Esto incluye no sólo medidas técnicas, sino también educar a los usuarios sobre los riesgos y cómo protegerse.
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