El criptojacking es una actividad maliciosa en línea que implica el uso no autorizado del ordenador de otra persona para minar criptomonedas. Es una forma de ciberdelincuencia que ha cobrado importancia con el auge de las criptomonedas como Bitcoin, Ethereum y otras. El término "cryptojacking" es un portmanteau de "cryptocurrency" (criptomoneda) y "hijacking" (secuestro), que describe perfectamente la naturaleza de esta ciberamenaza.

A diferencia de otras formas de ciberataque, cryptojacking no pretende robar datos confidenciales ni interrumpir el funcionamiento del sistema. En su lugar, busca aprovechar la capacidad de procesamiento del ordenador, smartphone o servidor de red de la víctima para resolver complejos problemas matemáticos que generan criptomonedas. El dispositivo de la víctima se ralentiza, consume más energía y puede sufrir desgaste, mientras que el ciberdelincuente se beneficia de la criptomoneda minada.

Cómo funciona el criptojacking

El criptojacking funciona según el principio de la minería de criptomonedas. La minería es un proceso en el que se verifican las transacciones de varias formas de criptomoneda y se añaden al libro de contabilidad digital blockchain. Este proceso implica la resolución de problemas matemáticos complejos, lo que requiere una potencia de cálculo y una energía considerables. Los ciberdelincuentes, para ahorrarse estos costes, emplean cryptojacking para utilizar los recursos de víctimas desprevenidas.

El proceso comienza cuando un usuario visita un sitio web, hace clic en un enlace o instala una aplicación infectada con el script cryptojacking. A continuación, el script se ejecuta en segundo plano mientras el usuario trabaja, utilizando una parte de la potencia de procesamiento del dispositivo para minar criptomoneda. El usuario puede notar una ralentización de las operaciones o un consumo más rápido de la batería, pero por lo demás, el proceso cryptojacking es invisible y silencioso.

Tipos de criptojacking

Existen principalmente dos tipos de cryptojacking: basada en archivos y basada en navegador. El cryptojacking basado en archivos implica que la víctima descarga sin saberlo un script malicioso de minería de criptomonedas en su dispositivo. Esto suele ocurrir a través de un correo electrónico phishing o un sitio web malicioso. Una vez que el archivo está en el dispositivo, ejecuta el script para minar criptomoneda.

El cryptojacking basado en navegador, por otro lado, no requiere que la víctima descargue nada. En su lugar, el script de minería de criptomonedas se incrusta en un sitio web o en un anuncio en línea y se ejecuta mientras el usuario mantiene la página web infectada abierta en su navegador. Este tipo de cryptojacking es más común porque es más fácil de desplegar y más difícil de detectar por los usuarios.

Efectos del criptojacking

Aunque cryptojacking no roba datos ni provoca fallos apreciables en el sistema, está lejos de ser inofensivo. El efecto más inmediato es una ralentización del rendimiento del dispositivo. Los scripts de criptojacking utilizan una parte significativa de la potencia de procesamiento del dispositivo, dejando menos para las actividades del usuario. Esto puede provocar tiempos de respuesta más lentos, retrasos y una disminución general de la productividad.

Otro efecto es el aumento del consumo de energía. La minería de criptomonedas es un proceso que consume muchos recursos y energía. Cuando un dispositivo se infecta con un script cryptojacking, trabaja más y consume más energía, lo que se traduce en facturas de electricidad más elevadas para el usuario. En el caso de los dispositivos móviles, la duración de la batería puede reducirse considerablemente.

Efectos a largo plazo

Con el tiempo, la presión constante sobre los recursos del dispositivo puede causar daños físicos. Los ordenadores y los smartphones no están diseñados para funcionar a pleno rendimiento durante periodos prolongados. El cryptojacking prolongado puede provocar desgaste, sobrecalentamiento y, en casos extremos, fallos de hardware.

Además, aunque el cryptojacking en sí no roba datos sensibles, puede hacer que un sistema sea más vulnerable a otros tipos de ciberataques. Un dispositivo ralentizado por cryptojacking puede no ser capaz de ejecutar software de seguridad con eficacia, dejándolo abierto a malware, ransomware y violaciones de datos.

Prevención del criptojacking

La prevención del cryptojacking implica una combinación de buenas prácticas de ciberseguridad y contramedidas específicas. Actualizar periódicamente el software y los sistemas operativos puede ayudar a protegerse contra los scripts cryptojacking que aprovechan vulnerabilidades conocidas. La instalación de bloqueadores de anuncios y extensiones contra la criptominería en los navegadores puede evitar la cryptojacking basada en el navegador.

Los usuarios también deben tener cuidado con los correos electrónicos phishing y los sitios web maliciosos que puedan contener scripts cryptojacking. Las comprobaciones periódicas del sistema y la supervisión del uso de la CPU pueden ayudar a detectar cualquier actividad inusual que pueda indicar la presencia de cryptojacking. En un entorno corporativo, es crucial educar a los empleados sobre los riesgos y signos de cryptojacking.

Papel de CAPTCHA en la prevención del criptojacking

CAPTCHA, siglas de Completely Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart, es una herramienta que puede ayudar a prevenir el cryptojacking. Las pruebas CAPTCHA están diseñadas para que sean fáciles de superar para los humanos, pero difíciles para los ordenadores. Pueden utilizarse para impedir que scripts automatizados, incluidos los cryptojacking, accedan a un sitio web o servicio.

Al incorporar pruebas CAPTCHA en un sitio web, una organización puede añadir una capa adicional de seguridad contra cryptojacking. Sin embargo, el CAPTCHA por sí solo no es suficiente para prevenir el cryptojacking, y debe utilizarse junto con otras medidas de seguridad.

Conclusión

El criptojacking es una amenaza creciente en el mundo digital, impulsada por el aumento del valor y la popularidad de las criptomonedas. Aunque puede no causar daños inmediatos, los efectos a largo plazo sobre el rendimiento de los dispositivos, el consumo de energía y la seguridad del sistema pueden ser significativos. Por lo tanto, entender qué es el cryptojacking y cómo prevenirlo es crucial tanto para los usuarios individuales como para las organizaciones.

Como ocurre con todas las formas de amenazas a la ciberseguridad, la mejor defensa contra cryptojacking es una combinación de concienciación, buenas prácticas y medidas de seguridad eficaces. Las actualizaciones periódicas de software, un comportamiento en línea cuidadoso y el uso de herramientas de seguridad como bloqueadores de anuncios, extensiones contra la criptominería y CAPTCHA pueden ayudar mucho a protegerse contra esta ciberamenaza silenciosa pero dañina.

Con el aumento de las amenazas a la ciberseguridad, las organizaciones necesitan proteger todas las áreas de su negocio. Esto incluye defender sus sitios y aplicaciones web de bots, spam y abusos. En particular, las interacciones web como los inicios de sesión, los registros y los formularios en línea son objeto de ataques cada vez más frecuentes.

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